Volver a vivir

Dicen que quien no conoce la historia está condenado a repetirla.

Yo quisiera repetir algunas cosas.

Quisiera volver a la playa donde mis pies se hundían en la arena mientras corría junto a la espuma que dejaban las olas. Sentir la brisa que acompañaba al sonido del mar y al canto de las gaviotas. Volver a sentarme al lado de mi mamá y contemplar el horizonte azul mientras comía un trozo de sandía. Volver a ver brillar bajo el sol las escamas del pescado que traía mi papá, acercándose con su canasta y su sombrero de paja. Volver a jugar en la arena con mis hermanos, sonriendo aunque el agua se llevara nuestros castillos. Entrar corriendo y jugar juntos entre las olas, una vez más, antes de que el sol se ponga, y volvamos a casa.

Era tan fácil repetir antes las cosas que hoy parecen tan distantes.

Quisiera volver al primer beso, cuando su mirada estuvo tan cerca, como su piel y su calor. Y el aroma de su cabello. Y los latidos de su corazón.

Esperando lo que no había de pasar, llegaba, de pronto, lo que no esperaba.

Quisiera volver a la noche, abrazado a su piel, envuelto en su perfume, seducido por su voz, volando por el cielo de un sueño eterno.

¿Quizás sea que ya conozco algunas de las historias por lo que ellas ya no se repiten?

Es ese fuego incandescente, ese brillo, esa música tan clara, esa fuerza, la que a veces parece estar allá atrás solamente. Uno voltea y se queda contemplando los colores de ese ocaso pintado de recuerdos.

El pasado puede ser tan dulce y tentador. Quizás es lo que sienten los viajeros cuando es dura la jornada. Cuando hace tanto calor, o tanto frío, y uno quisiera rendirse, descansar al fin.

No sé si sea saludable hacerlo. O, a lo mejor, sea necesario para estar saludable, antes de poder continuar. Como alguien herido, que se recoge en la oscuridad un tiempo.

Finalmente, cuando continúas, has girado de nuevo al frente. El sol que se ocultó quedó atrás, la noche pasó y adelante amanece. Y prosigues. Encuentras nuevas cosas por las que un día también sentirás ganas de volver a vivirlas.


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